BOLETIN DEL GOBIERNO.
Hermosillo, Sonora.- Uno de cada mil niños que nacen en nuestro País fallece por la llamada muerte de cuna, que consiste en la muerte repentina e inesperada de un bebé aparentemente sano, en su mayoría menor a seis meses de edad pero también puede presentarse en menores en el primer año de vida prevaleciendo en el sexo femenino y la importancia de que los padres estén informados sobre este tema.
El pediatra Jorge Castro Acedo, Jefe de Enseñanza e Investigación del Hospital “Lic. Adolfo López Mateos” de ISSSTESON, señaló que científicamente no se ha determinado las causas de este síndrome, pero se relaciona con problemas en el mecanismo en el Sistema Nervioso Central que controlan la respiración y el ritmo cardiaco, que están implicados en la detección del intercambio de oxigeno y bióxido de carbono.
Durante este proceso de la respiración se presenta en forma esporádica y brusca, dijo el médico, lo cual se cree que influyen factores como el estrechamiento de las vías respiratorias, una deficiencia de oxígeno y una respiración irregular como condicionantes de un episodio de apnea (dejar de respirar), lo que predispone al bebé a un espasmo de la tráquea y provocando su muerte.
Se recomienda que el bebé duerma en posición boca arriba y no colocarle cobijas o ropa pesadas para que esté cómodo y no tenga obstrucciones para respirar y que los bebés sean valorados por médicos especialistas si presentan complicaciones respiratorias, cuando el niño parezca reflujo es importante levantarle la cabecera de su cama o si duerme en un porta bebé, lo haga con la cabeza a 30 grados hacia arriba y que permanezca extendido.
domingo, 22 de noviembre de 2009
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